Reconstruyendo tu Altar (1Reyes 18:30)

Desde el principio el hombre siempre ha querido levantar altares. Tanto para nuestro Dios como para dioses paganos. Pero, que es un altar? Un altar es un lugar donde se realiza una ofrenda a Dios, construida por el hombre con fines de adoración. En el Antiguo Testamento los altares se utilizaban para sacrificios. Dios pedía un altar diferente a los altares paganos, había cosas específicas que Dios pedía para su altar. Hay dos tipos de altares, uno físico y el otro altar en el corazón. Hoy nos estaremos enfocando en el altar del corazón.

1 Reyes 18 fue escrito mientras el pueblo se encontraba alejado de Dios, cuando levantaban altares a dioses paganos.

En la biblia se narran diferentes historias de personajes que construyeron altares a Dios. Por ejemplo Noé, Noé construyo un altar a Jehová después que salió del arca. En 2 Crónicas 7 dice que Salomón construyo un altar a Jehová. Pero, el altar que mas me llama la atención a mi es el altar que Elías reconstruyo cuando reto a los profetas de Baal y Asera.

Elías fue meticuloso y cada objeto que utilizo para reconstruir el altar de Dios los podemos usar también nosotros para reconstruir nuestro altar en nuestro corazón.

Elías Utilizo:

1. Doce Piedras- Que representan las 12 tribus de los hijos de Jacob. Ahora nosotros representamos a Israel.

2 &3. Zanja & 2 medidas de grano- Elías hizo una zanja o una excavación (trinchera) alrededor del altar. Nosotros podemos y debemos construir una zanja alrededor de nuestro corazón (de nuestro altar) para proteger el altar y las bendiciones que están en él, y también para que en nuestro corazón no entren esas cosas que no permiten que nuestro sacrificio llegue ante la presencia de Dios.

4. Leña- Elías preparo la leña. Como preparas tú la leña mi hermano/hermana? Como podemos preparar esa leña para la reconstrucción de nuestro altar? Con la oración, escudriñando las escrituras, siempre en constante comunión con Dios, en Efesios 5:8 dice “sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar.”

5. El buey- Elías uso el buey para su sacrificio a Jehová. Cuáles son los sacrificios que nosotros le estamos dando a Dios? Estamos sacrificando nuestro tiempo? O lo estamos malgastando en cosas que no nos edifican? Nuestro sacrificio lo damos a Dios de corazón? O lo hacemos para que la gente nos vea? En Colosenses 3:23 dice “y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Démosle lo mejor a Dios, Dios no quiere las sobras, Dios está cansado de sacrificios mediocres que no pasan ni del techo. Lo que Dios quiere es un corazón humilde, un corazón integro, que traiga sacrificios para su honra y su gloria. En Salmos 51:17 dice que Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciaras tú, oh Dios.

6. Agua- Elías utilizo el agua y mando a derramadla sobre la leña y el holocausto, no solo una vez sino 3 VECES. Jesús es el agua que sustenta nuestra oración, que sustenta nuestra esa sed de buscarle, nuestro Dios Trino es el que fluye en nuestros altares y llena hasta esa zanja para que nuestro corazón fluya con esos ríos de agua viva.

7. Fuego- En el versículo 38 dice que “cayo fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras, y el polvo, y aun lamio el agua que estaba en la zanja”. Elías reconstruyo el altar usando las doce piedras, haciendo una zanja alrededor del altar, uso la leña, el buey, el agua, pero de que servía todo esto sin fuego. Elías obedeció, el oro, para que el pueblo conociera que Jehová era Dios y para que volvieran a El los corazones de ellos.

Nosotros necesitamos ese fuego en nuestros altares, ese fuego que calcina todo eso que nos impide reconstruir ese altar en nuestro corazón. Ese fuego que arde, que duele, que quema cuando nos está moldeando pero, que es necesario para presentarnos ante Dios con nuestros altares, aprobados como obrero que no tiene de que avergonzarse.

Concluyo con esto: Auto examinémonos nosotros mismos y contestémonos estas preguntas: Como está el altar de nuestro corazón? Sera que necesita ser reconstruido? Cuáles son esas cosas que no nos permiten reconstruir el altar a Jehová? Solo tú puedes contestar esas preguntas. Ya no claudiquemos en dos pensamientos como este pueblo, o somos o no somos. Mantengamos nuestros altares siempre listos para sacrificar y dar todo lo que Dios pide de nosotros.

DIOS LES BENDIGA!!!

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